Una correcta alimentación infantil es fundamental para el adecuado crecimiento de tu hijo y para prevenir todo tipo de enfermedades futuras. Conforme vaya creciendo deberás ir adaptándole su dieta.
En este post vamos a darte pautas de una alimentación infantil por etapas que seguro que ayudarán a que tu hijo crezca sano y feliz.
La importancia de la leche en la alimentación infantil
Desde que nace hasta los seis meses aproximadamente la leche debe ser su principal alimento. Todos los pediatras recomiendan que el bebé se alimente de la leche materna. Son dos sus grandes ventajas:
- Su composición de nutrientes.
- Su acción inmunitaria, que le protege de muchas enfermedades.
Otra de las cosas que debes tener en cuenta es que se establece un gran vínculo entre madre y niño en este período de lactancia.
En algunas ocasiones, la lactancia materna no es posible. Pero si no puedes darle el pecho a tu hijo tampoco debes preocuparte en exceso. Las leches artificiales también cumplen a la perfección con los dos objetivos antes enumerados.
El momento de los alimentos sólidos
En las teorías para conseguir una buena alimentación por edades, a partir del cuarto mes es positivo que vayas introduciendo alimentos sólidos mientras continúa tomando leche. Debes tener en cuenta que a partir del octavo mes la leche no cubre todas las necesidades nutricionales.
En este momento, debes introducir ya cereales y frutas y verduras en forma de papilla. Después de los seis meses es el turno de la carne (mejor empezar con pollo). Cuando ya tenga nueve meses debes ya darle de comer pescados y carnes. ¿Y las legumbres? Mejor si las introduces en su dieta a partir de los 18 meses.
A los dos años el niño ya ha adquirido lo que se denomina su maduración digestiva. También su madurez inmunitaria. ¿Qué queremos decir con esto? Que ya debes introducir alimentos con diferentes texturas y sabores. El niño deberá comer cinco veces al día, sin olvidar la importancia de continuar tomando lácteos.
En esta etapa de la alimentación infantil es importante que estés atento a qué alimentos le gustan más y cuáles son los que rechaza. No le fuerces a comer lo que no le gusta, pero no dejes de intentarlo porque una dieta adecuada se basa en saber combinar los siete grupos de alimentos que forman la pirámide de la alimentación.