El agua termal cuida e hidrata tu piel. Sobre todo la de la cara, una de las más sensibles. Pero hay otros muchos más beneficios del agua termal para nuestra piel que iremos detallando a lo largo de este post.
La hidratación es clave para tu organismo. Al igual que te esfuerzas en beber al menos dos litros de agua al día deberías hidratar tu piel con agua termal.
Son aguas que proceden del interior de la tierra y que en profundidad entran en contacto con un sinfín de minerales. Cuando salen a la superficie tienen una temperatura cinco grados más alta que las aguas de los mares o de los ríos. De ahí sus beneficios.
Beneficios y usos del agua termal
- Como ya te hemos indicado anteriormente su principal misión es hidratar la piel.
- Si tienes una piel sensible o algún tipo de alergia. El agua termal actúa como un calmante.
- Utilízala para suavizar y refrescar tu piel después de depilarte o si te has sometido a un tratamiento estético. Los hombres la pueden utilizar después de cada afeitado.
- Es un complemento ideal para completar la limpieza de tu piel, antes y después de maquillarte. También es apta para los bebés.
- Con ella conseguirás aliviar las irritaciones y picores de la piel.
- Es un auténtico protector de las células de piel. Combate con eficacia los efectos del estrés, de la contaminación o de los rayos solares.
- Retrasa el envejecimiento de todas tus células.
- Aplícate agua termal si sufres un cambio brusco de temperatura que pueda resecar tu cutis.
- Es eficaz contra las picaduras de insectos y medusas.
- Descongestiona el rostro después de haber realizado un ejercicio físico exigente, por ejemplo, después de tu sesión en el gimnasio.
- Alivia las quemaduras producidas por el sol.
En tu farmacia de confianza encontrarás diversos formatos de agua termal, la mayoría de ellos en spray. Los envases son muy fáciles de transportar y lo puedes utilizar siempre que notes que tu piel está cansada.