La bronconeumonía en niños es una infección respiratoria común en bebés, especialmente entre los tres y seis meses de edad, aunque puede afectar hasta los dos años.
Se trata de una enfermedad inflamatoria que afecta los bronquiolos, dificultando la respiración debido a la acumulación de mucosidad. Tiende a presentarse con mayor frecuencia durante los meses de invierno, lo que la convierte en una preocupación importante para los padres en esa temporada.
Si su hijo tiene bronconeumonía, es posible que experimente dificultades para respirar debido a la inflamación de los bronquiolos, que se llenan de mucosidad. Esto puede hacer que el niño se sienta más cansado de lo habitual, con tos persistente y fiebre. Hoy, en Farmacia Lizandra, hablamos sobre los síntomas de la bronconeumonía y cómo actuar ante ellos. ¡No te pierdas este post!
Síntomas de la bronconeumonía
La bronconeumonía en niños es causada por diversos tipos de virus y bacterias. A veces, puede desarrollarse como complicación de un resfriado común, afectando a los pulmones y dificultando la respiración.
Los gérmenes que la causan se propagan fácilmente de persona a persona, ya sea a través del aire cuando alguien infectado tose o estornuda, o por contacto directo con superficies contaminadas. Por ello, es importante tomar precauciones adicionales durante la temporada de invierno y en lugares con alta concentración de niños como son las guarderías.
Los síntomas más comunes que presentan los niños son los siguientes:
- Fiebre (temperatura por encima de 37.5˚C)
- Nariz tapada o que gotea
- Tos
- Dificultades para tragar
- Respiración acelerada
- Dificultades para respirar
- Escalofríos
- Dolor torácico cuando respira
Cómo actuar
Para aliviar los síntomas de la bronconeumonía, puedes seguir las siguientes recomendaciones que te proponemos:
- Asegurarte de que tu hijo beba suficiente agua o líquidos para mantenerse hidratado.
- Garantizar que descanse lo necesario para facilitar su recuperación.
- Ayudar a eliminar la mucosidad realizando una limpieza nasal con suero fisiológico, o llevando a cabo una sesión de fisioterapia respiratoria, si es necesario.
Aparte de lo que proponemos nosotros, existen medicamentos los cuales ayudan a eliminar el virus con mayor rapidez. Por eso ,en estos casos es bueno acudir al médico y asegurarse de que vuestro pequeño mejora poco a poco.