Tener callos en los pies es un problema muy común entre la población, que se manifiesta con el exceso de crecimiento de la capa cornea de la piel. Suele aparecer en el dorso de los dedos o en la planta del pie, aunque también puede aparecer en otros lugares como entre los dedos. Y, puede deberse a una fricción o a una sobrecarga, que la gente refiere como muy dolorosa. Normalmente porque no pisamos sobre los puntos del pie que deberíamos, o por usar un calzado que no termina de acoplarse a nuestro pie.
Por ello, la principal solución para evitar los callos siempre será acudir a una clínica podológica donde nos ayuden a corregir nuestra pisada con plantillas personalizadas para nuestro caso. De este modo, lograremos evitar, en gran medida, la aparición de callos en nuestros pies.
¿Cómo eliminar los callos de los pies?
Para eliminar los callos puedes utilizar el clásico remedio de la piedra pómez. Para ello, deberás remojar con agua tibia tus pies durante 5 – 10 minutos y posteriormente, remojar también la piedra pómez. Es importante que no uses la piedra seca, ya que podría producirte lesiones. Frota la piedra por el lado abrasivo sobre la piel con un movimiento circular y una ligera presión. Hazlo durante dos o tres minutos y retira la piel muerta que hayas liberado. Finalmente, aplica crema hidratante sobre la zona que hayas trabajado y asegúrate de limpiar bien la piedra para su próximo uso.
Acudir a un especialista para que te elimine los callos, será la mejor opción. No obstante, mientras esperas a ser atendido puedes utilizar apósitos que alivien su molestia y previenen su crecimiento. Por ejemplo estos discos para callos famos.
Por lo contrario, no aconsejamos el uso de callicidas. Habitualmente se componen de agentes químicos que podrían llegar a crear importantes quemaduras en la piel. Sobre todo, en personas diabéticas o con problemas de circulación.
Consejos para evitar su aparición
Des de Farmacia Lizandra, queremos darte una serie de consejos que te ayudarán a evitar futuras apariciones de callos en los pies:
- Revisa el tipo de zapato que sueles llevar y asegúrate de que se acopla fácilmente a tu pie, sin generarte rozaduras.
- Reduce la presión en determinados puntos de tu pie con plantillas de descarga
- Acude a una clínica podológica para realizar un estudio de presiones que te indique en qué puntos exactamente produces la descarga para diseñar una plantilla de apoyo personalizada.
- Mantén el pie hidratado para evitar la sequedad y descamación, así como la generación de durezas muy gruesas. Te recomendamos este aceite de Ureadin.