Ya ha llegado el otoño, y con él la época de cambios bruscos de temperatura. Pasamos del frío, al sol y calor y en cuestión de minutos se pone a llover. Estas bajadas y subidas de temperaturas siempre contribuyen a debilitar el sistema inmunológico de nuestros niños y es entonces cuando empiezan a aparecer los catarros, la gripe, conjuntivitis, y demás enfermedades comunes. Es muy común que como padres os preguntéis qué podéis hacer para evitar que los niños sufran las enfermedades típicas del invierno. Hoy en Farmacia Lizandra os ayudamos a estar un poquito más preparados ante las estaciones de frío.

 

Qué pasa realmente con el frío

Si bien es cierto que no podemos crear una barrera que impida que los peques cojan un resfriado a lo largo del otoño e invierno, también es cierto que sí podemos preparar su sistema inmune para ayudarle a combatir las enfermedades, sabiendo qué pasa cuando llega el frío.

Con el frío los vellos que recubren la vía aérea nasal y que actúan como barrera ante los agentes malignos, pierden movilidad. Este hecho impide que controlen el paso de contaminantes y virus. Además, los ambientes con mucha presencia de calefacción provocan la sequedad de las vías respiratorias, hecho que disminuye la mucosidad de la nariz, bronquios y pulmones, que actúan como barrera ante los microbios.

 

Qué podemos hacer para aumentar sus defensas

Según los expertos, el sistema inmune del cuerpo humano funciona mejor cuanto más entrenado esté, es decir, los más pequeños de la casa deben enfrentarse a las bacterias y virus presentes en el medio ambiente. Este hecho explica que cuando nuestros hijos empiezan la educación infantil sufren más catarros que cuando están en cursos superiores. Se van reduciendo sensiblemente estas patologías cuando su sistema inmunológico va fortaleciéndose y tiene más armas para combatir los patógenos invisibles.

Aun así, podemos contribuir a que sus defensas realicen más fácilmente su labor con algunos hábitos de vida saludable:

  • Alimentos ricos en vitaminas y nutrientes: determinados alimentos pueden ayudar a la producción de glóbulos blancos para combatir las infecciones propias de ambas estaciones.
  • Adiós azúcar: el azúcar puede alimentar a las bacterias más patógenas y desplazar a las buenas que estimulan el sistema inmunológico.
  • Ejercicio diario: realizar actividad física de forma regular puede fortalecer el sistema inmunológico del niño.
  • Buen descanso: la falta de sueño y el cansancio en general nos hace más susceptibles a las enfermedades al reducir los anticuerpos.
  • Buenos hábitos de higiene: lavarse las manos de forma habitual es una de las mejores armas para combatir virus y bacterias.

Además, en nuestra farmacia online puedes encontrar productos que ayudan a los más pequeños a darle fuerza a su sistema inmunológico.

 

Desde Farmacia Lizandra te animamos a que, si tienes cualquier tipo de duda al respecto acudas a nosotros. Te aconsejaremos y asesoraremos en todo lo que necesites.

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