Vas a mejorar el estado de la piel si cuidas tu intestino. No te extrañes. Está ampliamente demostrado que el intestino está relacionado con la salud de la piel.
Hay casos de personas que tienen problemas en la piel y, aconsejados por sus dermatólogos, se aplican determinados fármacos que no consiguen su objetivo. Y si lo consiguen, en cuanto se abandonan los fármacos estos problemas vuelven a aparecer.
Es entonces cuando hay que analizar otras causas. Pero puedes empezar girando la vista hacia la mejora de tu salud digestiva cuidando el intestino.
¿Y cómo cuidar de tu intestino? A través de la flora intestinal.
¿Cómo definir la flora intestinal? Como un conjunto de microorganismos vivos que habitan en nuestro intestino. Pero atención, porque la flora intestinal se alimenta de lo que comemos.
Por tanto, una alimentación saludable servirá para mejorar la flora intestinal, tener un intestino más sano con el que también mejorar el estado de la piel.
Mejorar el estado de la piel cuidando de la flora intestinal
No nacemos con una flora intestinal. La vamos generando con nuestra alimentación y una serie de factores externos.
Recuerda, la alimentación es la clave. Con ella debemos ayudar a nuestra flora intestinal a desarrollarse. Los mejores ingredientes para ello son alimentos con fibra, los probióticos y los prebióticos que puedes encontrar en los yogures o en las verduras. No olvides de acompañar siempre estos alimentos con un estilo de vida saludable.
Una dieta con muchas grasas y azúcar será perjudicial para tu flora intestinal. Huye también de los alimentos procesados y ultraprocesados. Con estos consejos mejorarás el estado de la piel.
Los mejores consejos
La dieta que deberías seguir es la mediterránea, considerada la más saludable del mundo y cuyo eje gira en torno al aceite de oliva. Una grasa muy saludable y con una gran cantidad de antioxidantes y polifenoles para evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
El ejercicio también es recomendable. Y no lo es menos dormir convenientemente y evitar el estrés.
Piensa que cualquier toxina (alcohol, grasas, tabaco…) puede perjudicar tu flora intestinal. Es imprescindible evitarlas si tu objetivo final es mejorar el estado de la piel.