Acaba un año y empieza otro y con él muchos se plantean el reto de dejar de fumar.

Empezar el año con el propósito de dejar de fumar es una de las mejores maneras de hacerlo, pero debe haber un convencimiento. La buena noticia es que si os habéis comprometido con una fecha ya estáis en la tercera de de las cinco fases para dejar de fumar.

Os damos unos datos objetivos que quizá contribuyan a reflexionar y reafirmar el propósito para dejar de fumar:

  • El tabaquismo es la primera causa evitable de enfermedad y muerte en el mundo, es directamente responsable de aproximadamente el 90% de las muertes por cáncer de pulmón y aproximadamente el 80-90 % de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfisema.
  • En España, según datos publicados por el Ministerio de Sanidad, mueren cada año más de 60.000 personas a causa de enfermedades provocadas por el consumo de este producto, lo que equivale a más de 160 defunciones diarias como consecuencia del tabaco. Y se estima un mínimo de 1.228 muertes atribuibles a la exposición al humo ambiental de tabaco en no fumadores, aumentando el riesgo de padecer enfermedades crónicas como cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias.

 

Pero, ¿Porqué nos resulta tan difícil dejar de fumar?

El fumador sufre una dependencia física y psicológica que genera un síndrome de abstinencia, denominado tabaquismo. La nicotina actúa sobre el sistema nervioso central y genera adicción, pero tiene efectos antidepresivos y de alivio sintomático de la ansiedad, por lo que el fumador lo utiliza para paliar sus momentos de nerviosismo y/o ansiedad. No obstante, los síntomas de carácter físico se diluyen tras unos días sin consumo.

¿A qué profesional nos podemos dirigir si hemos decidido dejar de fumar?

  • Algunas farmacias tienen programas de deshabituación donde poder empezar un tratamiento acorde con las condiciones físicas y clínicas del paciente y dirigidos por especialistas en tabaquismo.
  • El cuerpo farmacéutico está preparado para guiar al paciente en la correcta ejecución del plan para dejar de fumar.

Fases del proceso de deshabituación tabáquica:

  • Fase de precontemplación, cuando no se contempla como un problema y no se planea dejar de fumar
  • Fase de contemplación, reconocemos que fumar afecta a nuestra salud y se plantea dejar de fumar en el futuro.
  • Se llama fase de preparación a la fase en la que se fija una fecha de compromiso y se prepara un plan para dejar de fumar.
  • Fase de acción: cuando se deja de fumar y se pone en práctica el plan para dejar de fumar. Dura 6 meses después de la fecha de abandono del tabaco.
  • Fase de Mantenimiento: un año después de dejar de fumar la persona se convierte en exfumador. Las recaídas forman parte del proceso, con cada intento se aprenden habilidades nuevas que fortalecen el proceso.

Los hábitos de consumo determinarán el tipo de tratamiento a seguir.

Para abordar correctamente el proceso de deshabituación es conveniente averiguar una serie de factores relacionados con el hábito de consumo que contribuirán a determinar el método para dejar de fumar.

Para saber más sobre los hábitos de consumo y el estado físico y psicológico del paciente es conveniente hacer un examen previo que aporte datos sobre grado de motivación, grado de dependencia de la nicotina, hábitos adquiridos, dependencia social, en qué medida está afectado el organismo debido al consumo de tabaco, etc.

Los test de Fargerström y Richomnd son unos de los más utilizados por los facultativos para extraer la información previa a la prescripción de un método.

Algunas recomendaciones para los días previos:

El fumador ve el cigarrillo como un elemento que tiene un papel de mucha importancia en su existencia. Son muchas las circunstancias que pueden llevar a encender un cigarrillo. Al objeto de evitar esta acción se recomienda:

  • Ir a espacios en los que no se deja fumar como el cine, los centros comerciales o los restaurantes.
  • Retirar de nuestro espacio habitable los elementos que se puedan vincular al consumo como: ceniceros, encendedores, accesorios de fumadores.
  • Modificar aquellas rutinas que nos inciten a fumar. Ej: tomar un café junto con un cigarrillo.
  • Desarrollar habilidades en situaciones difíciles:
    • Masticar chicle.
    • Lavarse los dientes después de comer.
    • Mantener las manos ocupadas.
  • Informarse sobre el Síndrome de abstinencia ayudará a reconocer los síntomas y a aplicar las habilidades que nos ayuden a superarlo.
  • Otra recomendación es la de quedar más a menudo con personas no fumadoras o tener las manos ocupadas con, por ejemplo, una pelota de goma de las que sirven para paliar el estrés.
  • Del mismo modo, hay que aprender a respirar de manera profunda y tener muy presente que se ha tomado una decisión.

En nuestro próximo artículo te hablaremos sobre los medicamentos más comunes para abordar un método de deshabituación tabáquica. Si has decidido dejar de fumar, te recomendamos que acudas a un profesional en deshabituación que te acompañará en el proceso de abandono y juntos resolveréis los inconvenientes que conllevan el abandono del tabaco como son, el síndrome de abstinencia, aumento de peso, decaimiento físico y psicológico, etc.

El equipo de farmacéuticos de Farmacia Lizandra te ayudará a superar cada fase del proceso.