Tener un nudo en el estómago o mariposas en el estómago, hacerse mala sangre o calentarse la cabeza, revolverse el estómago… son frases que hace muchísimos años ya reflejaban la estrecha relación entre el vientre y las emociones. Actualmente, la realidad científica les da la razón, pues existen algunos estudios que aclaran las posibles relaciones entre un desequilibrio de la microbiota intestinal y algunos trastornos psíquicos como el estrés y la depresión, entre otros. Hoy, en el blog de Farmacia Lizandra, hablaremos de la importancia de cuidar el segundo cerebro; nuestro sistema digestivo. 

Microbiota intestinal: comunicación intestino-cerebro

¿Pero qué es la microbiota intestinal? Sencillamente el compuesto de microorganismos que viven en el intestino del cuerpo humano. Cada persona tiene una microbiota intestinal específica que nos caracteriza y define, aportando funciones únicas como la producción de vitaminas.

Entre sus funciones más importantes destacamos: la defensa contra microorganismos dañinos; la nutrición, favoreciendo la absorción de minerales; y por último, funciones sobre la conducta humana, influyendo directamente en el comportamiento y el estado de ánimo de cada individuo.

De esta forma, existen algunos factores que determinan la composición de la microbiota intestinal de cada persona, como el tipo de alimentación y los hábitos alimentarios, los fármacos, el modo de vida, la genética, la edad, entre otros. Por lo que es necesario cuidar nuestra flora intestinal introduciendo fibras y prebióticos en nuestra dieta que nos ayuden a mantener un microbioma intestinal sano.

Pensar con el estómago

Y es que cada vez hay más evidencias científicas de la estrecha relación existente entre estos microorganismos con la salud mental de las personas. De ahí, la expresión “pensar con el estómago”, ya que nuestros pensamientos y emociones son capaces de establecer un diálogo continuo con el intestino y las bacterias que habitan en él, conectados a través del sistema nervioso, influyendo directamente en la salud mental y el estado de ánimo.

Es decir, lo que sentimos en el estómago afecta en la toma de decisiones y en la forma de relacionarnos con los demás, ya que los intestinos están considerados como el segundo cerebro del ser humano.

Las preocupaciones y la ansiedad diaria, el enojo por cosas triviales, todas estas emociones negativas las sentimos en el estómago, por lo que la forma en la que abordamos nuestro día a día y gestionamos nuestras emociones es fundamental en el cuidado de la salud digestiva. Además, mantener una flora intestinal sana repleta de bacterias buenas es clave para mantener un diálogo sano entre el intestino y el cerebro.

Por ello, desde Farmacia Lizandra te aconsejamos tomar probióticos, comer fruta y verdura rica en fibra y disfrutar de la comida sin estrés ni ansiedad. Si tienes cualquier sobre la microbiota intestinal, contacta con nosotros, te ayudaremos sin problemas.