En nuestro artículo anterior conocimos la importancia de una buena alimentación, sobre todo en los niños, para que los organismos gocen de todos los nutrientes necesarios. A continuación, te contamos los tipos de vitaminas existentes y en qué alimentos los podemos encontrar.
Vitamina A – Previene infecciones
Tiene propiedades antioxidantes y mejora el sistema inmunológico. Esta vitamina es muy importante para la formación de la piel, los dientes y los huesos. Además, ayuda a mejorar la visión.
Está presente en lácteos, aceites, pescados y vegetales de hoja verde o anaranjados como acelga, zanahoria, calabaza.
Vitamina B – Aporta energía
Es un complejo de vitaminas (B1, B2, B3, B6, B9 Y B12) que ayuda a la producción de energía, mantiene el sistema nervioso y el sistema cardiovascular en buenas condiciones, fortalece el sistema inmunitario y digestivo, participa en el crecimiento y desarrollo celular (esencial para el crecimiento y desarrollo neuronal en la etapa infantil) y produce y regula los glóbulos rojos de la sangre.
Está presente en cereales, alubias, lentejas, carne y frutos secos.
Vitamina C – Aumenta las defensas
Es la vitamina implicada en la reconstrucción de los tejidos y los ligamentos y el fortalecimiento de las defensas del organismo y el sistema inmune, ayudando a fortalecer las defensas de los niños. Asimismo, nuestro cuerpo la necesita para poder absorber el hierro de los alimentos y poder prevenir la anemia
Está presente en los cítricos (naranja, limón, pomelo, mandarina), las verduras de hoja verde y el kiwi.
Vitamina D – Favorece el crecimiento
La fuente principal de vitamina D es el Sol. La dieta aporta un 10% del total de vitamina D y la luz procedente del sol el 90% restante. Ayuda a absorber el calcio y mineraliza los dientes y los huesos.
Está presente en cantidades mínimas en el pescado, el huevo, la leche y el hígado, esenciales para la formación y el desarrollo del esqueleto de un niño.
Vitamina E – Ayuda en su crecimiento cerebral
Actúa como antioxidante y ayuda en el desarrollo cerebral, además de proteger las células y fortalecer el corazón.
Está presente en cereales integrales, verduras, aceite y huevo.