Acaban las vacaciones y cuidar nuestra piel se convierte en una prioridad. ¿Por qué exfoliar la epidermis tras el verano? En este artículo, descubrimos los motivos por los que la vuelta de vacaciones se convierte en el mejor momento para exfoliar la cara y el cuerpo. ¿Cómo lo hacemos?
Exfoliar la piel tras el verano
Las células de nuestra epidermis se multiplican, se mueren y se renuevan con asiduidad. Es un proceso innato que la piel cumple constantemente. Así, retoma su suavidad y flexibilidad.
Sin embargo, los meses de verano son más agresivos para el cutis debido a la exposición solar y las altas temperaturas. Otro factor como la edad también afecta al proceso de regeneración de la piel y, como resultado, lo vuelve más lento. Por tanto, tras el verano… ¡es el mejor momento para iniciar una rutina de exfoliación!
¿Cómo realizar una exfoliación facial y corporal?
Para poder realizar una exfoliación sin dañar nuestro cutis, lo primero que debemos tener en cuenta es elegir un exfoliante apto para nuestro tipo de piel.
Pasos para el exfoliado facial
- Limpiar: la piel debe estar limpia y libre de impurezas antes de aplicarnos el exfoliante. Además, debido al verano, la epidermis tiende a la sequedad y el proceso de extendido del exfoliante nos resulta complicado.
- Exfoliar: sobre la cara húmeda, aplicamos la cantidad necesaria y masajearemos suavemente el rostro, evitando el contorno de ojos y la boca.
- Aclarar e hidratar la cara una vez retirados los restos de exfoliante.
Pasos para el exfoliado corporal
- Duchar: antes de aplicar el exfoliante recomendamos darse un buen baño. Con la piel limpia y húmeda podemos iniciar el proceso de exfoliado.
- Exfoliar: el exfoliante corporal tiene un grano más grueso que el exfoliante facial. Aplicamos la cantidad de producto necesaria y la extendemos por el cuerpo en movimientos suaves y circulares. Evitamos la zona genital y el escote, podríamos dañar la sensibilidad de la epidermis.
- Aclarar e hidratar el cuerpo una vez retirado el producto.