Muchos factores pueden entorpecernos el sueño cuando más lo necesitamos. Esta situación puede repetirse casi a diario, causar insomnio y hacer menos llevadero nuestro día a día. Por ello, te explicamos qué es el insomnio, sus fases, sus causas y su tratamiento.
¿A qué llamamos insomnio?
Llamamos insomnio al trastorno de sueño más común entre la población. Se basa en la imposibilidad de conciliar el sueño y se puede manifestar de varias formas. Por ejemplo, podemos pasarnos horas sin cerrar los ojos, despertarnos varias veces durante la noche o despertarnos muy temprano sin haber descansado lo suficiente.
¿Qué puede causarnos insomnio?
Existen múltiples motivos por los que podemos padecer insomnio a lo largo de nuestra vida. Algunas de las consecuencias derivadas del insomnio son:
- Enfermedades psiquiátricas y/o mentales (ansiedad, depresión, hiperactividad).
- Consumo excesivo de bebidas con cafeína o alcohol.
- Exceso de siestas.
- Demasiadas actividades que nos reactiven, como realizar una actividad física intensa.
Una de las causas más extendidas del insomnio es la ingesta de medicamentos. Los antidepresivos, estimulantes o hipnóticos pueden ser desencadenantes de este problema.
¡5 pautas que podemos seguir para tratar el insomnio!
1. Disminuir el tiempo en cama: levantarnos de la cama cuando empecemos a dar vueltas en las sábanas sin conseguir dormir. En este caso es muy importante levantarnos.
2. Evitar la ingesta de bebidas con cafeína o alcohol: los excesos nunca son buenos e ingerir una gran cantidad de cafeína o gas puede provocarnos estrés. Como consecuencia nos será imposible conciliar el sueño.
3. No realizar ejercicios intensos justo antes de dormir: si hacemos deporte nuestro cuerpo se reactiva, justo lo contrario que pretendemos.
4. Cambiar de lugar cuando el sitio de descanso nos imposibilita el sueño: si estamos en la cama y no podemos dormir, podemos cambiar de cama o sofá. También puede ayudarnos cambiar de habitación y volver a la cama cuando notemos sueño.
5. Usar productos que estimulen el sueño: en casos extremos, cuando no podemos dormir pero nuestro cuerpo lo necesita, podemos tomarnos sedantes o hipnóticos. Si el problema no ha sido diagnosticado por un médico especialista, aconsejamos primero consultarlo antes de tomar cualquier medicamento.