El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican. Las mamas constan de tres partes principales: los lobulillos, los conductos y el tejido conectivo. Así pues, el cáncer de mama puede comenzar en distintas partes, de igual manera que existen diferentes tipos de cáncer de mama. Se diagnostica a más mujeres con cáncer de mama que ningún otro cáncer, y se estima que al año se mueran 44.130 personas a causa de este cáncer. Hoy en Farmacia Lizandra vamos a hablar del diagnóstico precoz, objetivo del cual es detectar el cáncer en estadios iniciales.

 

Diagnóstico precoz

El diagnóstico precoz hace referencia a detectar el cáncer de mama en su fase inicial, cuando todavía no han aparecido los síntomas o signos. Es decir, detectar la enfermedad en su etapa más temprana y más tratable. Las pruebas deben cumplir con una serie de criterios, que incluyen la reducción del número de muertes por la enfermedad.

Dichas pruebas, generalmente, están disponibles para la población en general. Sin embargo, las necesidades de una persona con respecto a la prueba de detección se basan en factores como la edad, el sexo y los antecedentes familiares.

En un diagnóstico precoz, una mujer que no tiene signos o síntomas de cáncer se somete a uno de los siguientes exámenes:

  • Examen clínico: es una especie de examen físico realizado por el médico u otro profesional de la salud.
  • Mamografía: un examen por rayos-X de dosis baja, que produce imágenes del seno denominadas mamografía. Son las mejores pruebas con que cuentan los médicos para detectar el cáncer en sus etapas iniciales, a veces hasta tres años antes de que se pueda sentir.

 

Mamografía, cómo se hace

Como bien hemos dicho, una mamografía, hasta el momento, es la prueba más fiable para detectar indicios del cáncer de mama. Esta, según varios pacientes, es un poco pesada, y se realiza de la siguiente manera: la paciente, se coloca de pie enfrente de una máquina especial de rayos X. Una tecnóloga colocará su mama sobre una placa de plástico y la cubrirá con otra placa presionando firmemente.  Las placas se encargan de aplanar y mantener las mamas inmóviles mientras se toma la radiografía, por lo que las pacientes sienten presión. Seguidamente los pasos se repiten para tomar una imagen del lado de la mama. El mismo proceso se repetirá en la otra mama. Así pues, deberá esperar a que se revisen las cuatro radiografías para asegurarse de que no haya necesidad de volver a tomarlas.

En caso de que el resultado sea normal, se recomienda continuar haciéndose mamografías, ya que son muy útiles si se pueden comparar con las que se han ido haciendo anteriormente y detectar posibles cambios en las mamas.

En caso de que el resultado sea anormal, se deberá someter a pruebas o exámenes adicionales para que el médico pueda tener alguna certeza.

 

Des de Farmacia Lizandra queremos informarles un poquito más sobre el tema, y recomendarles que visiten a sus médicos en cuanto vean algún indicio de cáncer de mama, o tengan que realizarse mamografías debido a su edad y/o antecedentes.