Las mujeres pasan por diferentes etapas a lo largo de su vida, con unos procesos hormonales muy específicos. A muchas mujeres la palabra menopausia les produce auténtico temor, pues es un momento totalmente indeseable para ellas. Es cierto que esta última etapa implica la experimentación de unos cambios fisiológicos muy importantes, que afectarán tanto al cuerpo como a la mente, pero también es cierto que existen métodos, tratamientos y recomendaciones que pueden ayudar a las mujeres a convivir con los efectos colaterales de la menopausia. Hoy en Farmacia Lizandra hablaremos de los síntomas y de los tratamientos de esta etapa tan temida.
La menopausia
La menopausia es el momento que marca el final de los ciclos menstruales. Se diagnostica después de doce meses sin que las mujeres tengan un período menstrual.
Este momento del ciclo vital se relaciona con lo que se conoce como climaterio, un periodo que se caracteriza por ir, poco a poco, perdiendo la función ovárica y reduciendo la capacidad fértil. Podríamos decir que el climaterio culmina con la menopausia; esto es, con el fin de la etapa reproductiva o la última regla.
Los primeros desarreglos menstruales marcan el inicio del climaterio. Por lo tanto, en algunas mujeres este proceso empieza antes, en torno a los 40 años, mientras que lo más habitual es que comience a partir de los 45 años. La pérdida de la reserva ovárica es gradual, pues las mujeres van perdiendo folículos a lo largo de su vida. Y el climaterio es, por así decirlo, el clímax de todo ello.
La menopausia en concreto, es decir, el cese total de la menstruación, se produce más comúnmente entre los 51 y 52 años.
Estos son los síntomas de la menopausia
Los síntomas más característicos son la aparición de sofocos, referidos típicamente como una sensación de calor que urge en el pecho y que se irradia hacia el cuello y cara y que pueden acompañarse de intensa sudoración. Normalmente duran unos minutos, aunque pueden ser más prolongados.
También es característica una disminución de la libido, es decir, el apetito sexual, que se puede ver agravado por las molestias producidas en la relación sexual, debido a la sequedad vaginal.
Otros síntomas que pueden asociarse a corto plazo son la sequedad vaginal, la quemazón de los genitales, la frecuencia y urgencia en la micción, y una mayor frecuencia de infecciones urinarias. También es característica la pérdida de la elasticidad de la piel y los cambios en la textura, el tamaño y la consistencia de las mamas. Muchas mujeres refieren episodios de ansiedad, depresión, irritabilidad, pérdida de memoria e insomnio.
¿Existen tratamientos?
La menopausia en sí no requiere de ningún tratamiento médico. En cambio, los tratamientos se enfocan en aliviar los signos o síntomas y en prevenir o manejar los trastornos crónicos que pueden producirse. Estos son algunos de los tratamientos:
- Terapia hormonal: es la opción para aliviar los sofocos menopáusicos.
- Estrógeno vaginal: para aliviar la sequedad vaginal.
- Antidepresivos en dosis bajas: pueden disminuir los sofocos menopáusicos.
- Gabapentina: está aprobada para el tratamiento de las convulsiones, pero también se ha demostrado que ayuda a reducir los sofocos.
- Clonidina: una píldora o parche que se usa típicamente para tratar la presión arterial alta, podría proporcionar algún alivio de los sofocos.
- Medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis: Según las necesidades individuales, los médicos pueden recomendar medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis.
Ahora que ya conoces un poco más este ciclo vital de las mujeres, si estás en este proceso o conoces a alguien que está pasando por ello, no le temas a la menopausia; en Farmacia Lizandra te recomendamos que antes de decidir sobre cualquier forma de tratamiento, consultéis con un médico las opciones sobre los beneficios y riesgos que cada una implica.