Con la llegada del verano y las salidas a la naturaleza suele aumentar la picadura de avispa o abeja. En esta época del año estos insectos campan a sus anchas, nosotros llevamos ropa más llamativa y en muchas ocasiones nos adentramos en lugares que sin saberlo, los consideran de su propiedad.
La reacción de este tipo de insectos, ante lo que ellos ven como una agresión, es picarnos. Esta picadura, para muchas personas, puede provocar graves efectos en su salud. Por eso, hoy hemos decidido hablaros de ella y de cómo actuar frente a sus consecuencias.
Diferencia entre la picadura de avispa y abeja
Aunque la picadura más frecuente sea la de abeja, la solemos confundir con la picadura de avispa. La primera de ellas pica clavando su aguijón en nuestra piel, dejando junto a él una bolsita de veneno, y luego muere. En cambio, la picadura de avispa es realmente un mordisco. Las avispas muerden y lo pueden hacer tantas veces como quieran, por que, a diferencia de la abeja, no muere tras atacar.
En el caso de las picaduras de abeja es importante quitar el aguijón que deja clavado, ya que va acompañado con una bolsita de veneno que poco a poco va penetrando en nuestro cuerpo. Para ello, no debemos usar pinzas ni intentar extraerlo con la mano, ya que podríamos apretar esta bolsa y incrementar la cantidad de veneno que penetrará en la herida. Se recomienda hacerlo raspándolo con la parte roma de un cuchillo o una tarjeta a lo largo del aguijón.
Pasos que debes seguir tras una picadura de avispa o abeja:
- Lavar la zona con agua y jabón
- Evitar presionar la zona de la picadura para no expandir el veneno
- Aplicar hielo de forma indirecta, es decir, con un paño o una toalla, sin dejar el hielo directamente sobre la zona afectada
- Si el dolor es muy intenso, puedes tomar algún analgésico o antiséptico para aliviarlo
Pero debes saber que será necesario acudir a urgencias en el caso de:
- Aparecer una gran inflamación en la zona de la picadura
- Apreciar hinchazones en partes del cuerpo lejos de la zona de la picadura
- Tener mareos o incluso pérdida del conocimiento
- Tener náuseas o vómitos
- Notar dificultad para tragar o respirar
Puede que hasta el momento nunca hayas tenido reacciones alérgicas a este tipo de picaduras, pero debes ser consciente de que estas alergias pueden aparecer repentinamente y, en este caso, será necesario acudir al servicio de urgencias más cercano lo más rápido posible.