Los puntos negros no suponen un problema de salud para la piel, pero sí para nuestra estética. El medio ambiente, el uso excesivo de maquillajes, malas rutinas de limpieza de la piel… todo influye en la aparición de puntos negros, aunque ninguna de las causas anteriores son la principal. Te desvelamos el motivo por el que realmente aparecen.

Los puntos negros se forman cuando los poros producen un exceso de grasa que hace que se obstruya. Cuando el sebo que queda obstruido dentro del poro, este se ensancha, y la parte más externa del sebo sufre un proceso de oxidación que hace que se vuelva de color negro.

De modo, que la primera causa de aparición de puntos negros es un exceso de grasa. Además, los poros también pueden ser taponados por bacterias y sustancias contaminantes procedentes del aire de nuestro alrededor.

¿A quién afectan?

A diferencia de los granos, a los que les encantan los adolescentes, los puntos negros no distinguen edades ni géneros. Suelen afectar tanto a hombres como a mujeres a cualquier edad.

El único distintivo, por que cuál podemos detectar a quien afecta más, son las pieles grasas. Normalmente los poros suelen concentrarse en la zona T (frente, nariz y barbilla), ya que es la zona más propensa a la aparición de sebo.

Además, de las personas que tienen la piel grasa o mixta, existen otros factores que también favorecen la aparición de puntos negros:

  • Usar mucho maquillaje o autobronceador.
  • Tener exceso de bacterias en la epidermis
  • Tener células muertas.

En general, estos otros factores pueden disminuirse con una buena limpieza diaria de la piel del rostro y una exfoliación semanas de las zonas más grasas.

¿Por qué vuelven a salir?

Muchas veces, después de eliminar el punto negro, suele aparecer con el paso del tiempo en el mismo sitio. ¡No es casualidad! Los poros tardan en cerrarse, por lo que es probable que durante el proceso de cierre se vuelvan a depositar baterías contaminantes del medio ambiente en su interior.

 

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