Una de las enfermedades más comunes dentro del mundo de la oftalmología es la blefaritis. Aunque generalmente suele afectar a la población más adulta, puede surgir a cualquier edad. Por eso, es importante saber y conocer cómo podemos responder ante esta enfermedad.
La blefaritis
La blefaritis es una inflamación muy frecuente que afecta al borde del párpado. Principalmente a las glándulas y a los folículos de las pestañas. La mayoría de los casos vienen de una alteración producida por el ojo seco, alergias, enfermedades cutáneas, entre otras. Algunos de sus principales síntomas son:
- Irritación.
- Picor.
- Sensación de arenilla.
- Lagrimeo.
- Escozor de los ojos.
- Enrojecimiento.
Gracias a las glándulas de Meibomio, la córnea se nutre y se mantiene húmeda constantemente. A pesar de ello, las glándulas pueden obstruirse y hacer que las pestañas y los párpados se llenen de bacterias dando lugar a casos de blefaritis. Normalmente, suelen ser casos leves, pero también pueden aparecer complicaciones si no se recurre a un profesional y se llevan a cabo medidas higiénicas.
Tipos de blefaritis
Identificar el tipo de blefaritis que padecemos es muy importante para llevar a cabo el tratamiento adecuado. Así pues, desde Farmacia Lizandra podemos realizar esta clasificación:
- Blefaritis posterior: afecta al interior del borde palpebral, es decir, el lugar donde los párpados entran en contacto con el ojo. Se produce por la disfunción de las glándulas de Meibomio. Puede producir engrosamiento del párpado y la formación de costras.
- Blefaritis anterior: produce una inflamación en la parte externa del borde palpebral. Se debe a una infección bacteriana o a enfermedades cutáneas como la dermatitis seborreica o la rosácea. Este tipo podría voltear el párpado hacia el interior o exterior del ojo, produciendo enfermedades más graves.
- Blefaritis mixta: da lugar a la congestión de los párpados del tipo posterior y la infección de la blefaritis anterior.
- Blefaritis escamosa: produce escamas en las pestañas. Se caracteriza por el aumento de sangre del reborde palpebral. Podemos observar hinchazón y enrojecimiento de los párpados.
- Blefaritis seborreica: surge como consecuencia de la acumulación de grasa en el borde de los párpados. Puede dar lugar a picor y enrojecimiento por la acumulación de lípidos en la zona lagrimal. Está muy relacionado con problemas en la piel y en el cuero cabelludo.