¿Quién no se ha quemado alguna vez al sol? De forma consciente o inconsciente, la gran parte de la población ha sufrido alguna quemadura solar a lo largo de su vida. Evitar su aparición es crucial en la prevención del cáncer de piel, ya que el riesgo de melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras. Pero también es importante saber qué hacer y qué no en caso de que las suframos. Hoy en Farmacia Lizandra hablaremos de ello, para proteger a nuestra piel ahora mismo, y de cara al futuro.

 

Quemaduras solares

Las quemaduras solares son una reacción aguda y visible fruto de la exposición excesiva de la piel a la radiación ultravioleta. Se producen cuando hemos sobrepasado el tiempo de exposición al sol por el cual la melanina ya no nos puede proteger.

Se pueden producir bien porque no hayamos utilizado fotoprotector o bien porque no lo hayamos utilizado de la manera más adecuada. También porque hayamos estado expuestos al sol más tiempo del que nuestra piel toleraría. El tiempo que tolera el sol cada persona tiene que ver con la genética, en este blog te lo explicamos mucho más detallado.

 

Qué hacer

Para evitar daños mayores en la piel y eliminar las molestias de las quemaduras, lo primero que hay que hacer es tratar la zona lo antes posible. Hidratarse con intensidad la piel aplicando cremas emolientes y calmantes, beber abundante agua, dar baños de agua fría o aplicar frío en la zona afectada y tomar sustancias antioxidantes que ayudan a la regeneración cutánea.

Deberemos ayudar a nuestro cuerpo a reparar el daño con productos específicos para después del sol con activos calmantes y reparadores. En caso de que tengamos ampollas, utilizar productos que contengan aloe vera, urea, centella asiática o pomadas de hidrocortisona.

Es importante lavar la zona si existen sustancias contaminantes cono arena de la playa, con jabón y agua para evitar posible foco de infección.

 

 

Qué no hacer

En caso de aplicar agua fría directamente del grifo hay que intentar que el chorro no incida directamente en la zona quemada. Lo mejor es sumergir la zona o aplicar compresas de agua fría hasta que, al retirarla no vuelva a aparecer el dolor.

En ningún caso hay que aplicar hielo directamente, ya que puede producir una intensa vasoconstricción que podría agravar más la lesión.

Es importante evitar el uso de productos que contengan benzocaína o alcohol, ya que pueden irritar la piel. Evitar también tratamientos oclusivos en caso de que existan ampollas, y no abrirlas nunca, ya que puede haber riesgo de infección.

 

En cualquier caso, desde Farmacia Lizandra recomendamos acudir al médico en caso de quemadura de primer grado muy extensas, de segundo grado profunda o tercer grado, síntomas de insolación, así como si tras una semana no hubiera curación o aparecieran síntomas de infección. No debemos olvidar utilizar mucha protección solar y la adecuada para nuestro tipo de piel, pues, esta tiene memoria y cada quemadura solar provoca un daño en el ADN de la célula cutánea afectada por la quemadura.