Todos hemos utilizado un calzado nuevo y, al instante, hemos notado un escozor en alguna parte de los pies. ¿Puede que el problema se agrave? La respuesta es sí. Existen soluciones rápidas a estos problemas. Si no sabes cómo tratar una rozadura o ampolla en tus pies, ¡échale un vistazo a este blog!

Un gran precursor de las heridas en los pies es el calzado. Cada modelo tiene un diseño distinto ¡y nuestra piel de los pies lo reconoce! Puede que nos salga una herida por rozadura o una ampolla. En Farmacia Lizandra te mostramos cómo tratarlas. ¡Ojo! También pueden aparecer como respuesta a alguna enfermedad, por ejemplo, una alta diabetes.

¿Qué son las ampollas?

Generalmente, las ampollas son el resultado de la acumulación de líquido transparente. Este líquido aparece por un roce repetitivo de algún objeto con la piel (calzado, el más común). Suelen aparecer como mecanismo de defensa, para proteger las capas internas de la piel. La irritación se genera en la capa más superficial de la piel, la epidermis. Las zonas con mayor riesgo son la planta, el talón o entre los dedos.

Pueden aparecer por varios motivos:

– Quemaduras: agua hirviendo, sol o productos químicos.

– Enfermedades cutáneas: dermatitis, varicela o alergias.

– Crecimiento del hueso del pie (juanetes): aparecen en las zonas del talón o en los dedos extremos.

– Infección por hongos.

¿Cómo podemos evitar las ampollas o rozaduras?

Te damos algunos consejos sobre cómo tratar el calzado y evitar estas heridas:

1. Usar el calzado nuevo primero por casa: si tenemos una fecha marcada para estrenar nuestros zapatos, podemos prevenir heridas si los usamos primero por casa. De esta manera, podemos reconocer las zonas de roce y ponernos algún apósito o tirita. Además, el calzado se va adaptando a la forma de nuestro pie y podremos soportarlos mejor cuando salgamos a la calle.

2. Podemos solicitar ayuda a nuestro zapatero: acertaremos si llevamos nuestros zapatos a un especialista en hormas. Nos puede ayudar a conseguir una horma más ancha y ajustada a nuestro tamaño de pie, sobre todo con personas con el pie ancho.

3. Aplicando crema hidratante: la mayoría del calzado nuevo suele ser de un material duro, tanto en revestimientos de piel, piel sintética o lona. Es recomendable el uso de crema hidratante para conseguir ablandar el material en su interior.

4. Exfoliarnos los pies: con una higiene diaria y un exfoliante, obtenemos la suavidad que necesitamos para evitar el roce agresivo.

¿Cómo podemos tratamos una herida cuando ya sentimos los primeros síntomas?

– En el caso de que de que ya nos haya aparecido la herida o rozadura, aconsejamos desinfectarla con antisépticos como la clorhexidina. A continuación, la cubriremos con un apósito estéril para evitar que empeore con el nuevo roce.

– Si tenemos una ampolla y se nos ha explotado, tenemos que tener mucho cuidado porque, en definitiva, es una herida abierta y se nos puede infectar. Si no ponemos solución en este momento, puede que la herida empeore y se convierta en úlcera. Usaremos un apósito protector para sanar la zona o tirita cicatrizante.

Las Fallas ya están a pie de calle y ¡no te puedes perder los fantásticos monumentos! Mucho mejor si estamos preparados, ¿no crees?