El túnel carpiano es un canal anatómico ubicado en la cara anterior de la muñeca. Se encuentra situado entre los huesos de la muñeca y el ligamento anular. Por el túnel carpiano pasan los diferentes músculos y tendones encargados de la flexión de la mano y los dedos.



¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?


Se trata de una afección por la cual se produce una presión excesiva en el túnel carpiano y consecuentemente en el nervio de la muñeca.

La presión sobre este nervio tiene lugar cuando se apoya la muñeca sobre superficies duras, como por ejemplo un escritorio. Por ello, el síndrome del túnel carpiano está estrechamente vinculado a actividades repetitivas como el uso del teclado y ratón.



Causas del síndrome del túnel carpiano


Como hemos indicado la causa principal del síndrome es la excesiva presión del nervio de la muñeca. Este incremento de la presión suele estar vinculado a diferentes causas:

 

  • Enfermedades endocrinológicas.
  • Enfermedades reumáticas.
  • Tratamientos esteroideos.
  • Tratamientos hormonales.
  • Retención de líquidos, como por ejemplo durante el embarazo.
  • Trabajos o hobbies con repeticiones de movimiento de muñeca y/o mano.
  • Posturas incorrectas al dormir.
  • Problemas cervicales.
  • Obesidad.
  • Esguinces de muñeca.


¿Quién sufre el síndrome del túnel carpiano?


El síndrome del túnel carpiano, es una patología común y afecta a entre el 1% – 3% de la población general.


Es más frecuente en mujeres, de entre 40 y 60 años, ya que tienen el túnel carpiano más pequeño. Afectando a ambas manos en más de la mitad de los casos.


Se  suele dar en personas que realizan actividades que requieran el uso repetitivo de manos y muñecas, como el uso del ratón del ordenador, trabajos de carpintería, jardinería y/o determinados deportes: como el golf o voleibol.


Síntomas del túnel carpiano

Los principales síntomas asociados al síndrome del túnel carpiano son:

  • Dolor en la muñeca que se extiende hasta el codo.
  • Dolor en la mano o antebrazo.
  • Pérdida de fuerza en la mano.
  • Pérdida de sensibilidad.
  • Despertarse en la noche con las manos dormidas.
  • Hormigueo.
  • Debilidad al agarrar objetos.

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