La tos es un mecanismo de defensa fisiológico.

Éste mecanismo sirve para movilizar y eliminar secreciones y partículas irritantes del árbol respiratorio.

Aunque no se trata de una enfermedad en sí misma, la tos y su repercusión sobre la vida diaria puede ser importante.

Si se mantiene en el tiempo, la tos puede originar dolor, fatiga muscular o insomnio y puede afectar al rendimiento laboral o escolar. También puede causar lesiones e irritación en la mucosa de la vía aérea superior, lo que empeora la situación y hace que la tos persista.

Por estos motivos, es un síntoma que no debe ignorarse y debe consultarse con el farmacéutico para que nos pueda aconsejar alguna medida o, si lo considera oportuno, nos remita al médico.

POSIBLES CAUSAS:

  • La causa de la tos suele estar en una infección por virus en el tracto respiratorio (resfriado común) o por bacterias (amigdalitis, neumonía). Una causa más severa puede ser el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • La tos también puede ser la manifestación de una afección cardíaca o del oído, aunque esto es más excepcional.
  • Finalmente, el origen puede estar en un hábito o un problema psicológico. Si la tos se debe a un resfriado común, es habitual que se prolongue hasta dos o tres semanas, aunque el resto de los síntomas haya desaparecido.

En caso de infecciones bronquiales o enfermedades gástricas o cardíacas, puede persistir hasta ocho semanas.

Si dura más allá de ese tiempo, se habla de tos crónica y puede estar causada por asma, tabaquismo o el uso de ciertos medicamentos.

Aunque la tos con secreciones (productiva) tenga una función orgánica, siempre se debe investigar su origen para asegurarse de que no hay otras enfermedades asociadas.

Hay también una tos seca, que no cumple ninguna función de limpieza, por lo que se llama improductiva; esta suele generar otros problemas secundarios y es importante atajarla. El tratamiento debe adecuarse siempre al tipo de tos y al origen que causa este síntoma.

Algunas de las posibles causas de tos

Otorrinolaringológicas

 Resfriado común y otras infecciones (sinusitis, amigdalitis, rinitis, otitis, etc.), neoplasias y pólipos, aspiración de secreciones faríngeas.

Respiratorias

 Infecciones, bronquitis aguda, EPOC, neoplasias, asma, bronquiectasias, y compresión o tracción sobre estructuras traqueobronquiales.

Cardiovasculares

 Dilatación auricular izquierda, insuficiencia ventricular izquierda, edema pulmonar y aneurisma aórtico.

Gastrointestinales

 Tos psicógena, hábito de toser y respiración bucal.

Psicológicas

 Tos psicógena, hábito de toser y respiración bucal.

Otras

 Cuerpos extraños o alimentos en la tráquea, humo y medicamentos (p. ej., IECAS, antagonistas del calcio.

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