Seguramente tu madre o tu abuela no tuvieron la posibilidad de tener cosméticos para la cara tan avanzados como los que tenemos ahora. Eres joven y ya piensas en lucir una piel sin imperfecciones. ¡Eso está genial! Conseguir una rutina facial diaria para ti no es complicado.
Si todavía no has cumplido los treinta, seguramente tu piel sigue tersa y perfecta. Pero esta no perdona y, por desgracia, envejece con el paso de los años. Seguro que el estado de la piel en el futuro te preocupa, ¿verdad?
Para ti, que ansías mantener la piel ideal y crees en el poder de la cosmética de hoy… ¡Allá va la mejor rutina facial para el día a día!
¡Tu primera rutina facial diaria!
Eres joven y es sencillo. Sigue estos ítems y empieza a usar tus primeros cosméticos:
- 1Adquiere cremas cosméticas con antioxidantes y vitaminas. También puedes incluir en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales. Además, escoge las cremas específicas para cada zona de la piel. Por ejemplo, la piel del contorno de los ojos debe recibir un tratamiento distinto al resto de la cara.
- Ten en cuenta que, entre los veinte y los treinta, la piel de la cara empieza a experimentar las primeras arrugas de expresión y a perder luminosidad. Para ello, es recomendable usar cremas fluidas y evitar las más espesas. Lo mejor es que contengan más agua que aceite y más ácido salicílico, para mejorar su textura y reducir los brotes de acné.
- Mantén tu piel hidratada, tanto por fuera como por dentro. La principal causa del envejecimiento de la piel es la deshidratación. ¡Siempre es importante! La piel de tu cara tendrá un mejor aspecto si no te olvidas de este punto.
- Usa cosméticos con fotoprotección ante las agresiones del sol. Aunque no lo parezca, el sol también es agresivo durante el invierno. Asegura que tus cosméticos para la cara contengan filtros solares.
- Desmaquíllate antes de ir a dormir, limpia tu cara con agua micelar y aplícate leche hidratante. Es imprescindible que los poros de la piel queden libres de suciedad antes de dormir.
- Cuida tu escote y tu cuello. ¡Empieza a mimar estas zonas! Al igual que la piel del contorno de los ojos, la zona del escote y el cuello son más sensibles que el resto de la piel del cuerpo.